Hoteles en Saintes

Atravesada por el río Charente y marcada por un rico pasado galo-romano, Saintes es un destino a escala humana donde es agradable hacer una parada. Ya sea que le gusten los vestigios antiguos, esté en viaje de negocios o de paso hacia el Atlántico, aquí encontrará un hotel adecuado para su estancia, entre el encanto local y la comodidad práctica.

Encontrar un hotel en Saintes

Alojarse en Saintes también es elegir un entorno que se le parezca. Para algunos, será la cálida acogida de un hotel arraigado en su región. Para otros, un lugar funcional y bien ubicado.

Logis Hôtels

Si le gustan los lugares con alma, Logis Hôtels en Saintes es una opción ideal. Detrás de cada establecimiento suele haber una historia familiar, un fuerte vínculo con el terruño, y ese deseo de compartir una cierta idea de hospitalidad. Se duerme bien, se come aún mejor, la cocina destaca los productos locales, y se toman el tiempo de aconsejarle sobre paseos o mercados locales. Es una forma diferente de descubrir Saintes, a través de quienes la viven.

Cit’Hôtel

¿Busca un hotel cómodo y bien ubicado en Saintes? Cit’Hôtel va al grano. Aquí encontrará un entorno sencillo y bien pensado, para hacer una pausa eficaz durante un viaje o una estancia corta.

Es una elección clara, para quienes priorizan la practicidad y la buena relación calidad-precio, sin renunciar a una acogida atenta.

¿Qué hacer en Saintes y sus alrededores? Patrimonio, paseos y placeres gastronómicos

Imposible pasar por alto el anfiteatro galo-romano, uno de los mejor conservados de Francia. Tallado en la ladera de una colina, lo transporta al corazón de la historia antigua de la ciudad. Continúe la visita con una parada en la Abadía de las Damas, una obra maestra románica convertida en centro cultural, donde se encuentran la música y el patrimonio. Para los amantes del arte sacro, también vale la pena visitar la catedral de San Pedro y la iglesia de San Eutropio, clasificada por la UNESCO.

El centro de la ciudad se descubre a pie: fachadas antiguas, callejuelas tranquilas, placitas sombreadas... Aquí, todo invita a pasear. Deténgase en el museo arqueológico, o déjese guiar por los paneles del recorrido galo-romano, que señala los puntos destacados de la ciudad.

En cuanto a la naturaleza, el Charente traza un hilo apacible a través de la ciudad. Las riberas acondicionadas son perfectas para pasear o montar en bicicleta. Incluso puede embarcarse en una gabare tradicional para ver Saintes desde otro ángulo. En verano, las terrazas junto al río ofrecen un ambiente acogedor.

¿Le apetece un poco más de aire libre? A unos veinte minutos, descubra los viñedos del Cognac, o diríjase a las playas del Atlántico. La región también está llena de pueblos con encanto como Saint-Savinien, Taillebourg o Mornac-sur-Seudre, todos accesibles en menos de una hora.

No se vaya sin probar los productos locales: melones de Charente, pescados del estuario, quesos de cabra y Pineau des Charentes. El mercado del sábado por la mañana, en los muelles, es el lugar ideal para abastecerse de sabores locales y tener intercambios auténticos con los productores.